La historia de Matarromera y de Carlos Moro está enraizada en la tierra donde nació y creció, y con la misma fuerza, en los valores heredados de su familia. Le inculcaron desde pequeño el amor por el terruño, transmitido de generación en generación por una saga de tradición bodeguera. Su pasión por la naturaleza y la libertad juegan un papel decisivo en Bodega Matarromera.